Es una situación temida por cualquier empresario o empresaria: que un cliente no te pague por un servicio o producto dentro de los plazos acordados.
Es complicado reclamar una deuda. Y más si además de ser un cliente, se trata de una persona con la que tienes una relación profesional habitual.
Pero no te preocupes. Si te preocupa saber cómo cobrar deudas de clientes que no pagan estás en el lugar adecuado.
Hoy aprenderás cómo cobrar una deuda de tus clientes.
Antes que nada, tenemos que entender que reclamar tu dinero a un cliente deudor no te hará peor persona. No debes tener remordimientos.
Al fin y al cabo, estarás pidiendo cobrar un dinero que te deben, por un servicio que habrás prestado o un producto que habrás vendido.
Cobrar deudas pendientes te permitirá sacar adelante tu negocio con éxito. Si pasas por alto los cobros de deudas, estarás perdiendo dinero.
Cobrar el dinero que te pertenece hará que los números te salgan. Y así los clientes sabrán que si quieren contratar los servicios de tu empresa tendrán que pagar lo que se haya aceptado en presupuesto.
Vale más prevenir que curar. Así que cuando establezcas una relación laboral con un cliente es necesario dejar las cosas claras de buen inicio para que tengas las espaldas cubiertas a posteriori, en caso de ser necesario.
Cuando hagas un presupuesto o contrato define:
Es imprescindible explicarlo todo con claridad y transparencia. Eso evitará futuros malentendidos.
Si no quieres jugártelo todo a una carta y cobrar al final, una buena idea es pactar una política de previo pago. Es decir, una paga y señal que garantizará que ya hayas cobrado parte del trabajo antes de llevarlo a cabo.
Si ves que el cliente no paga, verás que quizás no tiene mucho compromiso y te puede despertar sospechas de futuros impagos.
Cobrar deudas a clientes empieza por tu propia capacidad de tener un control de tu empresa. Es imprescindible llevar un control exhaustivo y regular de las facturas.
Solo así sabrás qué te deben y cuándo te deberían haber pagado.
Es ideal contar con un software que te permita tener este control. De este modo, fácilmente podrás ver qué facturas están impagadas.
No dejes que haya malentendidos. Comunícate regularmente con los clientes para indicarles cuándo deben hacer el pago, cuál es la previsión para terminar un proyecto o de qué manera deberán pagar.
Que no haya excusas para que puedan jugar al despiste y no pagarte.
En segundo lugar, expresa tus sentimientos acerca de su actuación. Muéstrale con respeto que estás en desacuerdo con lo que está pasando y justifícalo con ejemplos. Puedes contarle lo decepcionada que te sientes, lo poco que te esperabas esto de él, etc.
Con cercanía explícale en qué sentido te está afectando a ti no tener este dinero: a qué cosas tienes que renunciar tú en consecuencia a su deuda, qué planes tienes que rechazar…
En tercer lugar, hay que pedir de forma clara lo que te deben. En su momento se hizo un pacto al que tú has sido fiel y ahora te dejan solo.
Quieres compromiso y debes pedirlo. Para ello sé muy concreto: define muy bien que es lo que quieres, establece fechas, lugares y formas de pago. Has de estar muy convencido de lo que pides y actuar con la máxima naturalidad posible.
Si te estás preguntando cómo cobrar deudas de clientes y no sabes cómo empezar, una buena manera es enviar recordatorios amistosos de pago.
Puedes enviar un email o hacer una llamada informal para ver qué está pasando con el pago de la factura en cuestión.
Cuando un cliente no paga, a veces también puede ser por un simple despiste. Con un poco de suerte, un recordatorio de pago será suficiente para cobrar la deuda.
Define unos pasos a seguir cuando un cliente no te pague. ¿Cada cuánto le escribirás? ¿Cuál será el proceso? ¿Qué mensajes te interesa comunicarle y de qué manera en cada paso?
Establece un proceso de seguimiento a llevar a cabo para los casos de clientes mal pagadores.
Uno de los motivos (muy a menudo excusas) para el impago, es no tener dinero o liquidez. Parece que si no te pueden pagar la totalidad de la factura ya no te van a pagar nada.
Una opción es ofrecer opciones de pago flexibles. Comunícale a tu cliente si hay la posibilidad de fraccionar el pago en unos plazos que establezcas, de modo que le sea más fácil asumir el pago de toda la factura.
A veces va a ser necesario poner un poco de presión para que se tomen en serio tu petición.
Poner presión es arriesgado, por este motivo hay que hacerlo con moderación sin llegar a amenazar. Hazle ver que su falta de cooperación puede perjudicarle a él mismo, házselo ver.
Puedes hacer mención a la capacidad que tienes de implicar a terceros si hace falta, contar aquello a sus allegados o tener alguna actuación que haga que pierda credibilidad.
No te rindas. Defiende aquello que te pertenece hasta el final. Sé perseverante y vas a conseguir recuperar lo que es tuyo. Hay un refrán que dice lo siguiente “quien la sigue la consigue”, y así es.
Si ves que estás en una situación prácticamente límite y no ves cómo cobrar, una opción es contratar a un servicio de cobro de morosos o empresa de recobro.
Aunque parezca de película, este tipo de servicios pueden ser efectivos porque tienen técnicas para presionar a los clientes mal pagadores.
Un cliente moroso puede agotarse de la presión que le hagan y terminar pagando, aunque sea para liberarse de esta carga mental.
El proceso monitorio es una manera de hacer una reclamación económica, tal y como se llama, por la vía rápida. Puedes iniciar un procedimiento monitorio tú mismo, puesto que no se necesita a un abogado o abogada.
El proceso es sencillo y lo podrás iniciar con el envío de un burofax al juzgado de la ciudad de la empresa o persona deudora.
También deberás presentar la documentación relacionada con la deuda. Que fácilmente se pueda demostrar que te deben un dinero.
Este sería el paso antes de llegar a la vía judicial.
De hecho, en el caso de que la empresa se oponga a lo reclamado en el procedimiento monitorio, sería necesaria la celebración de una vista ante el juez o jueza. En este caso sí que ya sería necesario contar con un abogado/a.
Si no quieres pasar por el procedimiento monitorio y te interesa ya ir al grano, siempre puedes directamente interponer una demanda judicial para recuperar deudas.
Es importante tener en cuenta que la antigüedad de la deuda hará que puedas o no reclamarla.
Por lo tanto, no debes perder el tiempo. Si tienes facturas pendientes de cobrar y el vencimiento de la deuda ya se ha sobrepasado, empieza a pensar que estrategia aplicarás para el cobro de la deuda.
Te recomiendo informarte sobre el tiempo que tienes para cobro de deudas, ya que dependerá de si tu cliente es otra empresa o de si es una persona física. También dependerá de las leyes del país en el que te encuentres.
Cobrar a clientes morosos es un trabajo en sí solo.
Si se te hace una montaña pedir el dinero que te deben, lo mejor es evitar este tipo de situaciones.
Por lo tanto, si ya has tenido problemas de este tipo con un cliente en el pasado, procura darle largas para volverle a prestar un servicio. De hecho, lo mejor es actuar con sinceridad y explicarle tus reticencias a la hora de volver a establecer una relación laboral.
Las facturas impagadas no son solo un problema económico, sino que representan un desgaste psicológico y una pérdida de tu tiempo.
Es mejor perder un cliente que tenerlo y que te haga perder tiempo y dinero.
¿Ya tienes claro cómo cobrar deudas de clientes? Empieza a aplicar estas técnicas para cobrar a clientes morosos. Hacer un buen control, ser previsor y ser persistente harán que sea más fácil que recuperes el dinero que te deben.
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