En el momento en que tu empresa genera beneficios, ¿es mejor focalizarse en su crecimiento empresarial e invertir en ella o centrarse en la retención de beneficios?
Al tomar esta decisión, debes tener muy en cuenta la cantidad necesaria de efectivo para el crecimiento de tu empresa. Al acometer nuevas inversiones necesitas asegurar una mayor liquidez y contar con un fondo de maniobra para poder gestionar situaciones de dificultad.
El crecimiento empresarial es la capacidad que tiene una empresa de expandirse y aumentar su capacidad para generar más ingresos, aumentar su cashflow y, en última instancia, ir generando más beneficios.
Un plan de crecimiento empresarial puede hacerse de distintas maneras:
Todo pasa por reinvertir parte de los beneficios del año anterior con el fin de hacer crecer la empresa.
El crecimiento empresarial es importante. Crecer, así a simple vista, puede significar más beneficios. Pero no siempre es así. Así que anda con cabeza y planifica basándote en datos, estadísticas y vuestra propia experiencia en el mercado.
Según el tipo de crecimiento y la estrategia a seguir, puedes:
Depende de cuál quieres que sea el resultado final, tu plan de crecimiento será uno u otro, ya que las estrategias para la expansión de la empresa serán muy distintas.
El crecimiento empresarial también conlleva riesgos.
Sería inútil negarlo.
Crecer seguramente implicará contratar más personal, ampliar instalaciones, invertir en compra de nuevas materias primas, crear nuevo material de comunicación… Y todo ello conlleva:
Así que cuando al hacer un plan de crecimiento es importante evaluar también los riesgos potenciales de cualquier iniciativa de expansión.
El crecimiento empresarial es un proceso vital para el éxito a largo plazo de una empresa. Si se hace de forma efectiva y bien planificada, puede aportar grandes beneficios. Pero hacerlo sin cabeza puede incluso llevar al fracaso de un negocio.
Lo más habitual es pensar que es mejor que con el beneficio, la empresa se focalice en crecer, invertir en nuevas líneas de negocio o, simplemente, tener una mayor reserva para afrontar posibles situaciones negativas.
Sin embargo, no olvidemos que el fin económico de la empresa, además de la sostenibilidad y la rentabilidad del negocio, también tiene que contemplar el tener beneficios para el empresario.
Por lo tanto, lo mejor es equilibrar estas circunstancias y tomar una decisión ponderada, para mantener un buen estado financiero, evitando una excesiva descapitalización que pueda volverse en contra de la compañía a medio o largo plazo.
Sí, es cierto. Pero piensa que todo tiene un riesgo. Se trata de tomar decisiones equilibradas, pero también un poco arriesgadas, si quieres llegar lejos.
Vemos dos escenarios:
Podrías tener problemas en la captación de nuevos clientes porque no tienes la infraestructura necesaria para poder satisfacer sus necesidades y poder llegar a más personas, haciendo que tus ventas se estanquen.
Podrías hacer una gran inversión en la expansión que te provoque una descapitalización de la empresa. Eso, sumado a una falta de planificación, hace que tengas pérdidas por no poder mantener la nueva estructura empresarial porque la expansión te ha llevado a trabajar en un mercado nuevo, desconocido, en el que no sabes cómo actuar.
El éxito o el fracaso no es nada asegurado. Cómo ves, no hay buenas o malas decisiones. Se trata de buscar nuevas oportunidades con cabeza.
Tienes que analizar qué es lo mejor para tus circunstancias y para tu empresa, haciendo proyecciones, calculando la viabilidad del crecimiento y tus expectativas. Así podrás tomar una decisión segura.
Alcanzar un crecimiento orgánico y saludable de empresa comporta aumentar los ingresos y expandir la actuación de la empresa sin que los beneficios se vean afectados.
En algunos casos, crecer de forma sostenible es complicado: es necesario medir los aspectos favorables y desfavorables, calcular los riesgos y organizar los posibles escenarios en los que nos podemos encontrar.
Tu capacidad de administrar tu negocio y realizar un análisis de mercado sólido es vital como criterios a considerar antes de invertir en la expansión. Tienes que tener claro si quieres crecer o solo quieres obtener beneficios. Y tener claros tus objetivos.
Para ello, responde a estas preguntas:
Con estos objetivos definidos y con tu mente empresarial clara, es posible medir los riesgos que envuelven el crecimiento.
Sin una planificación sólida y una ejecución eficiente, la idea de expandir la empresa puede significar pérdidas, haciendo insostenible la supervivencia de la empresa.
En estos casos, es recomendable recurrir a profesionales especializados, como mentores o asesores de empresarios que conozcan el mercado y tengan experiencia en él, ya que te puede ayudar a alcanzar el éxito.Espero que te haya sido útil, y si quieres ayuda o consejo sobre estos temas, puedes solicitar una sesión de mentoring conmigo y te puedo ayudar a abordar estos temas.
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