Cuando una empresa funciona, muchos empresarios sueñan con que siga prosperando en manos de la siguiente generación.
Algunos de mis clientes se encuentran en el momento de tomar el mando del negocio familiar y hacer que siga adelante mejorando día a día. A pesar de que pueda parecer algo fácil, debido a que la empresa ya tiene largos años de experiencia, puede significar un gran reto para la próxima generación que capitanea el negocio.
Cuando se tiene claro que se heredará la empresa de la familia y se está de acuerdo con continuar el negocio, es necesario prepararse con antelación. Se debe tener el mismo nivel de competencia que la generación anterior. Hay que estudiar para adquirir los conocimientos específicos del negocio.
Es importante ponerse al día lo antes posible y tratar de aprender los conocimientos sobre gestión, dirección de empresas, organización... para que el negocio continúe siendo competitivo y asegurar una evolución exitosa.
Tomar las riendas de un negocio familiar no es algo fácil. La persona que va a ponerse al mando para continuar con la empresa, tiene que estar muy segura de todo lo que esto conlleva.
En algunos casos, el nuevo líder se pone al frente presionado por un sentimiento de obligación familiar. Es importante que sea lo que realmente uno quiere y esté motivado y seguro para hacerse cargo del negocio que pasará a sus manos. Tiene que tener el perfil de persona competente y saber liderar para que la empresa funcione como hasta ahora y vaya a mejor. Es importante tener claros los objetivos y poner sus esfuerzos en conseguirlos para que el negocio familiar no fracase. La evolución constante y la motivación tienen que estar presentes al seguir con un negocio familiar.
Aunque una persona esté muy bien formada y capacitada para estar al mando de una empresa y que el negocio salga adelante, es esencial contar con un buen equipo. No solo es importante conocer bien el negocio, ser buen líder y tener buen perfil como empresario. Es necesario, también, contar con un equipo formado por personas competentes. Personas de confianza para que desempeñen bien su trabajo y sean leales a la empresa.
En algunos casos, a la antigua dirección le cuesta mucho soltar las riendas. Quiere seguir dando órdenes y tomando decisiones. Como nuevo líder de la empresa, es importante imponerse y poco a poco marcar su posición manteniéndose firme en sus ideas para evolucionar.
Algunas personas que han trabajado siempre bajo el liderazgo anterior pueden tener un poco de miedo o desconfianza hacia la nueva persona que se pondrá al mando de la empresa. Con un poco de tacto, prudencia, pero también firmeza, se supera este obstáculo.
Este es uno de los problemas más habituales al principio. Los fundadores de empresa suelen organizarlo todo alrededor suyo. El reto es conseguir identificar las tareas y decisiones que se pueden delegar a personas de confianza. Y saber cuales tienen que ser responsabilidad de la nueva dirección.
Es frecuente que una empresa exitosa esté en un momento clave de su evolución cuando se transmite de padres a hijos. Hay que saber continuar con el proceso. Con nuevos socios, invirtiendo o continuar la expansión internacional para seguir creciendo.
Si has pasado por esta situación, puedes dejarme en los comentarios la experiencia con tu empresa. Y si te encuentras en un momento en el que tienes que coger las riendas de tu negocio familiar y tienes dudas, ¡ponte en contacto conmigo!
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